Se encuentra en la cúspede del monte del mismo nombre, desde donde se divisa prácticamente la ciudad. Consta de tres acaras iguales y una desigual, de la la parte de atrás o ábside. Es de estilo neobizantino del S. XX. Su interior se encuentra ricamente pintado con diferentes figuras, destacando su impresionante cúpula. El día de la fotografía, la niebla envolvía el monumento.