Su destino inicial en 1868 fue el de mercado proveedor de frutas, verduras y carnes a los buques que arribaban a la
bahía montevideana y a las familias adineradas que por entonces levantaban sus mansiones en los alrededores. Las fruterías, verdulerías y carnicerías pasaron a ser, al cabo de los años los hoy famosos y mentados lugares de comidas y tragos.
En la actualidad se han instalado numerosos restaurantes, que sirven, entre otras especialidades, el plato típico uruguayo, el asado de carne vacuna, convirtiéndose así en punto obligado de la visita de turistas a la Ciudad Vieja de
Montevideo.
Bajo su estructura metálica se mezclan olores y colores diversos, mientras que artesanos, músicos y pintores interactúan con la gente que llega a comer, a comprar o a curiosear simplemente.