Santiago: Hermoso colegio con profesores con una visión humanista...

Hermoso colegio con profesores con una visión humanista de la vida. Nos enseñaron qje

Hermoso colegio, con profesores humanistas que nos enseñaron que la libertad se gana con responsabilidad. Cuando ocurría algún desaguisado, el Director CARLOS MARTÍNEZ VICENTE se presentaba en el lugar y preguntaba quien había sido responsable y siempre alguno se denunciaba. Nunca nadie se escondió detrás de la masa. Éramos chicas y chicos pequeños, pero siempre nos inculcaron curiosidad y respeto por los demás. Las clases eran una maravilla. Lo más importante que nos enseñó el Colegio fue a ser buenas personas más que a pasar materia tras materia. Aún conservo el libro Espartaco, de Howard Fast, que con una hermosa dedicatoria, me regaló el Director y ayudó a mi formación en la rebeldía dentro de la responsabilidad. Vivo a 7 cuadras del Colegio y siempre paso por ahí, pero la construcción fue víctima de la picota del "progreso". Mi hermana Margarita, 6 años menor también estudió allí. ¿Cómo no recordar el paseo anual a Las Vertientes, espacio de convivencia de profes alumnos apoderados? Por cierto, recuerdo con gran cariño a Miss Angustias, Miss Francis, Miss Teresa Pinedo y la abuelita Teodora, madre del director, que pocos años después de la inauguración del Colegio, llegó desde España. Recuerdo con mucho cariño a los hermanos Imbernón, a Miguel Barahona, Ximena Ballester, Julio Cattán, Virginia León. Bueno, termino con una frase que no he copiado a nadie, pero quizás muchos antes que yo han dicho: "No se puede vivir sólo de recuerdos, pero nadie puede vivir sin recuerdos". En el Stanford School crecimos en la libertad, solidaridad y sobre todo cariño y respeto por los demás.