¿Qué ver en Sarlat? Da igual por qué parte comience el paseo turístico por Sarlat-la-Canéda: todas las calles, todas las plazas, todos los palacios nos hablarán de siglos de historia. Fue durante esa época cuando alcanzó el rango de obispado. Este título y la actividad comercial –con muchas ferias que todavía perviven hoy en día– convirtieron al pequeño pueblo en lo que hoy descubrimos: un museo de palacios de estilo renacentista y gótico con los que los comerciantes querían demostrar su poder, a pesar de no ser nobleza. ¿Qué tendrán los pueblos medievales que nos gustan tanto? Será que nos sentimos protegidos por la piedra con la que se construyeron sus edificios y se cubrieron sus calles. Será que el romanticismo de la historia nos atrapa en sus callejuelas. Será que el poso de los cuentos de caballeros andantes y castillos que llenó nuestras fantasías de niños nos hace esperar ver aparecer un dragón detrás de sus altas torres. Será que cualquier tiempo pasado fue mejor…