El liso de cerveza es el producto gastronómico más buscado por los
turistas en Santa Fe
El Patio cervecero en el Polo de la Cervecería Santa Fe. Centro de esparcimiento
turístico en donde se disfruta el típico Liso santafesino.
El tradicional liso de cerveza es el producto cultural más buscado por los turistas que visitan los principales espacios gastronómicos de la ciudad de Santa Fe, según coincidieron empresarios del sector consultados. De acuerdo a la información, más de la mitad de los turistas que se identifican como tales en espacios gastronómicos buscan probar el tradicional liso de cerveza, que es un emblema de la ciudad capital. De hecho, la consolidación del producto motivó a que fuera declarado patrimonio cultural de la ciudad en diciembre del año pasado. Los motivos por los que el Liso atrae a los visitantes son varios. En primer lugar, porque Santa Fe está identificada como la cuna de esa forma de tomar cerveza. En segundo término, por la
curiosidad que genera la experiencia y, en tercer lugar, por el hecho de que resulta una medida práctica y más económica para probar distintas variedades. La historia del liso en la ciudad nació con la llegada de Otto Schneider, uno de los empresarios cerveceros más importantes, quien decidió probar una muestra de cerveza en un vaso sin rugosidades para transmitir la sensación del producto y estimular el sentido del tacto. La técnica se perfeccionó y hoy por hoy el liso perfecto se sirve en un vaso de 250 centímetros cúbicos sin rugosidades, con dos dedos horizontales de espuma y frío. También se impulsan en la ciudad diversas actividades en torno al liso, como el concurso que premia a los mejores comercios en la presentación del producto. Es una competencia que se realizó hace días por tercer año consecutivo y del cual participaron en esta ocasión más de 60 comercios. Santa Fe tiene bien ganada su fama de ciudad cervecera. Diseminados en el extenso territorio de la ciudad, cada barrio contó desde hace muchos años con sus choperías, todas ellas de distintas modalidades y especialidades, junto a variedad de ingredientes.
Los lisos son “tirados” por verdaderos maestros en la tarea con la correcta presión del gas, el frío adecuado y sin descuidar la altura y consistencia del “cuello”.
Debe destacarse como componente gastronómico, la tradicional Cerveza santafesina, con su particular "LISO" chopp tirado en un vaso de 250 cc transparente que permite preservar la temperatura de esta bebida, Santa Fe es sinónimo de cerveza ya que la ciudad que más consume cerveza per cápita en la República
Argentina, y abundan en la ciudad las choperias y patios cerveceros, la Cervecería Santa Fe produce las cervezas, Santa Fe, Schneider, Heineken, Budweiser, Imperial, Salta y
Córdoba además es distribuidora exclusiva en la Argentina de Guinness, Corona y Negra Modelo. Como particularidad la Cerveceria Santa fe tiene un patio cervecero enfrente de la cervecería la que se comunica mediante un cervezoducto que lleva la cerveza recién elaborada para su consumo inmediato.
En 1911, a iniciativa de un conjunto de comerciantes y empresarios de la zona de Las Colonias y de la propia ciudad de Santa Fe, se consiguió sumar a un número importante de personas que, en calidad de accionistas, participaran de la formación de una nueva empresa cervecera. La asamblea tuvo lugar el 26 de septiembre de ese mismo año y, según el expediente, nacía la “Sociedad Anónima Fábrica de Cerveza y Hielo Santa Fe”.
En 1912 se alzaron las instalaciones y para el día 19 de diciembre ya se producía cerveza bajo el mando del Maestro Cervecero Otto Schneider. La composición de la
planta de personal era muy variada, pero destacaron durante mucho tiempo los obreros
alemanes, polacos, checoslovacos,
franceses e
italianos.
Ni bien iniciada la producción de cerveza, el diario publicó una nota en la que se promovía el cultivo de la cebada. Como esta materia prima se traía del extranjero en forma de malta, se planeaba que en función de los estudios de suelo y clima se podría producir en el territorio nacional. El argumento del
periódico era claro: si la producción de cerveza se había triplicado en el país entre 1904 y 1911, resultaba conveniente para todos suplantar esas importaciones. No cuesta imaginar que los datos provenían tal vez de la misma cervecería preocupada por bajar los costos de producción en un rubro en el que podía esperar el abastecimiento local.
Fue recién en 1920 cuando se decidió plantar cebada australiana que a diferencia de la europea funcionó correctamente en el territorio.
La calidad del agua santafesina, una de las mejores aguas del mundo[editar]
Desde los inicios de la Cervecería Santa Fe, las diferencias en las calidades de las aguas hicieron difícil que las colonias agrícolas del centro de la provincia fabricaran bebidas como las que los franceses, suizos o alemanes instalados en ellas estaban acostumbrados a consumir en sus países de origen.
Los valores químicos del agua utilizada en Santa Fe se asemejan notablemente a la usada para el tipo de cerveza
Pilsen (ciudad de la
República Checa), ya que entran en el mismo rango y dan la característica de un agua suave que permite el realce del sabor delicado del lúpulo. En consecuencia, la similitud del agua santafesina respecto a la checa favoreció a la obtención de un producto final parecido, y fue rápidamente adoptado por los consumidores. 94?
El LISO: declarado patrimonio cultural de Santa Fe
El jueves 11 de diciembre, el Concejo Municipal de Santa Fe aprobó la iniciativa de la concejala Adriana Molina (UCR- FPCyS), quien propuso declarar al liso santafesino “patrimonio cultural inmaterial vinculado a la identidad gastronómica de la ciudad”.
El “liso” es la forma única de tomar cerveza que tienen los santafesinos y forma parte indiscutible del patrimonio cultural y de la identidad que distingue a la ciudad a nivel nacional. Se llama de esa manera a la cerveza tirada de barril sin pasteurizar, servida en un vaso liso, sin rugosidades, transparente y con una capacidad aproximada de 250 cm3. La expresión se utilizó por primera vez en la década del 30 y desde entonces es sinónimo de la pasión cervecera de la ciudad.
Molina explicó que este tipo de iniciativas no solo tienen que ver con los sentimientos y costumbres de una comunidad, sino que están encaradas pensando en la promoción de productos auténticamente locales como el liso, “que da
trabajo a mucha gente y que gusta tanto en el público de todo el país. Es nuestro deber potenciarlo aún más.”