Se le concedieron muchos bienes clericales, el más importante de los cuales fue la abadía de Brântome, aunque no tenía vocación religiosa, por lo que se hizo soldado y se relacionó con grandes señores de la guerra. Viajó a
Italia y también a
Escocia, donde acompañó a María I Estuardo (en ese momento viuda de Francisco II de
Francia); a
Inglaterra, donde conoció a Isabel I (1561–1579); a
Marruecos (1564) y a
España y
Portugal. Luchó en África contra los turcos. Combatió contra Solimán el Magnífico en las galeras de la Orden de Malta y acompañó a su gran amigo, el comandante francés Philippe Strozzi (nieto de Filippo Strozzi, el general italiano) en su expedición contra Terceira, durante la cual murió Strozzi (1582).