Así brota el agua de un manantial en la Abadía, Brantôme

La iglesia, que data del s. XV – al menos su parte más renovada –, tiene orígenes románicos, como lo es la Abadía, pero las vicisitudes históricas hicieron que su estado no fuese el mejor, así que Paul Abadie, alumno de Viollet-le-Duc, se puso manos a la obra y comenzó a restaurar la iglesia en el año 1850. Nueve años después suprimía tres galerías del claustro. Lo que vemos hoy es el resultado de esas restauraciones que seguro para los historiadores del arte no estarán exentas de polémica.
(4 de Julio de 2006)