Entre 1669 y 1687, el ingeniero militar Marqués de Vauban fortificó la ciudad con elementos defensivos que todavía se conservan contemporáneamente; mientras tanto, en el año 1674, se empezó a gestar lo que se conoce como la Conspiración de Vilafranca, una intriga en la que algunas familias de la villa decidieron conspirar para reunificar el territorio con
Cataluña.