Detalle en restauración en la catedral de Saint-Étienne, Cahors

Fue ocupada por los visigodos y los musulmanes. Aunque la ciudad romana cubría casi todo el meandro del río, tras estos hechos la ciudad se redujo al espacio entre el actual bulevar Gambetta al oeste y el Lot al este. Saint Didier, obispo de Cahors de 636 a 655 fue el gran reconstructor. En el siglo XIII, y gracias a los banqueros lombardos establecidos en el lugar, se transformó en un importante centro financiero. Este surgimiento también se vio favorecido por la geografía, al ser el río una vía de comunicación más segura que los caminos de la época.
(5 de Julio de 2006)