Interior del claustro de la Abadía de Sainte-Foy, Conques

EL RESCATE IN EXTREMIS DE LA ABACIAL POR PROSPER MÉRIMÉE: Un evento excepcional se produce: la llegada, en 1837, del escritor Prosper Mérimée, como inspector de Monumentos históricos e informa a las autoridades gubernamentales sobre el estado de deterioro de la abacial románica. Esta ronda de inspección, efectuada durante su viaje a Auvernia, da origen al redescubrimiento, al estudio y a la protección del patrimonio medieval. A partir de ese momento, ese gran monumento de la arquitectura occidental, clasificado como Monumento histórico, beneficiará, para su restauración, de una atención particular y de créditos públicos importantes. A esta toma de conciencia colectiva de los regímenes políticos sucesivos, se le añade el de las autoridades religiosas locales, en el primer rango la figura emblemática del cardenal Bourret, obispo de la diócesis, que favorece la llegada a Conques, en 1873, de una nueva comunidad religiosa perteneciente a la orden Premonstratense, con la responsabilidad de devolver al lugar una vida espiritual, volviendo los peregrinajes a Santa Fe.
(6 de Julio de 2006)