Paso de una casa a otra, Estaing

Lo bueno de Estaing, siendo lo bueno también de muchos pueblos franceses, es que está tremendamente bien cuidado. Las flores son omnipresentes, la vegetación también. Como ya vimos en algún que otro pueblo del Périgord, el uso de pesticidas es nulo, y los hierbajos y flores silvestres crecen libremente en todos los rincones de la localidad. Además de la belleza de la piedra antigua, principal motivo por el que nos desplazamos hasta este pequeño pueblo francés, acaba sorprendiéndome la originalidad de algunas de las decoraciones que se reparten por el pueblo. Una especie de mobiliario urbano reciclado, de instalaciones artísticas de aspecto decadente, le dan un carácter transgresor a la localidad de Estaing.
(6 de Julio de 2006)