Figuras de mármol en el claustro de la Abadía de Saint Pierre, Moissac

En los últimos años ha habido coloquios con historiadores y periodistas, encuentros (en 2013 y 2016) para dar las gracias a los habitantes de Moissac y para recordarles la aventura. Además, el memorial Yad Vashem de Jerusalén inauguró la “Esplanada de los Justos entre las naciones” en Moissac. La asociación se ve siempre apoyada por el Ayuntamiento de Moissac, el Departamento del Tarn-et-Garonne, la Fundación por la Memoria de la Shoah y el Comité Francés del Yad-Vashem. Pero se espera que la ciudad reciba algún día el diploma de honor colectivo de “Justos entre las Naciones”. Moissac debe convertirse en un lugar de memoria para no olvidar la Historia. Cuando se reúnen los niños judíos de Moissac son momentos emocionantes, donde salen recuerdos. Como si no hubiera pasado el tiempo, la familiaridad se instala entre ellos. Volver a Moissac es volver a casa, a una ciudad que les salvó la vida y les permitió realizarse como personas. Antes de la dispersión, Shatta y Bouli reunieron a los que todavía estaban allí, dándoles cita allí mismo para el primer Shabbat después de la Liberación. Y allí fueron todos. Al final, consiguieron conjurar la Historia, con la complicidad activa de Moissac.
(8 de Julio de 2006)