Detalle en la pared del claustro de la Abadía de Saint Pierre, Moissac

Ejemplos de humanidad como el de Moissac deben servir hoy para evitar repetir los mismos errores del pasado. Lo que se hizo en Moissac no fue sumergirse en identidades cerradas y crear muros que separen a las personas, lo que se hizo fue abrir las puertas de las casas, de los edificios públicos a las víctimas de la injusticia, sin importar edad, sexo, religión, pasaporte, color de piel u origen social. Se acogió a la víctimas y se cerró la puerta a los verdugos. Nuestra querida Europa y nuestro querido Mundo necesitan recordarlo cada mañana, cada tarde, cada noche, todos los días de todos los años. Y no olvidarlo nunca, como parece que estamos haciendo. Mil gracias a Lauriane Donzelli que nos organizó visitas al Tarn-et-Garone durante dos años consecutivos y que sigue animándonos a volver a esta tierra que brilla por sus paisajes, su patrimonio y su historia y a la que siempre deseamos regresar. Gracias por su trabajo, profesionalidad, atención y cariño. Agradecemos, por supuesto, la colaboración y apoyo de Caroline Manens y la Agence de Développement Touristique du Tarn-et-Garonne. Merci et à bientôt! Gracias a l’Office de Tourisme de Moissac y al guía Georges Olivier Cassar porque fue el que nos contó la historia de los Justos de Moissac, entre otras historias de la ciudad y su espléndido patrimonio.
(8 de Julio de 2006)