En el lado derecho del pórtico se representa en la parte superior a Abrahan que acoge a las almas, aquí representadas por niños, y la cena del rico Epulon que presencia desde el suelo un pobre que se muere de hambre; debajo la muerte del avaro atormentado por demonios y la lujuria devorada por serpientes. En el lado izquierdo se representan escenas de la infancia de Jesús, como la huida a
Egipto. Es la voz de las piedras que susurran al fiel al adentrarse en el templo la promesa de la Redención a quienes cumplan las leyes cristianas. Una biblia de piedra dirigida a un pueblo iletrado, esa era la misión de esta magnífica obra, entonces policromada, de la que podemos decir que es una obra maestra de la escultura románica.