Moissac es muy conocida por albergar la formidable Abadía dedicada a Saint Pierre, en la que destaca su hermoso claustro. También por coincidir los ríos Tarn y Garona en una confluencia apacible de sus aguas en un entorno de campos y cultivos muy cuidados que realzan el paisaje. Destacan especialmente las vides dedicadas una variedad que ha dado fama al lugar con una denominación de origen única: las Chasselas de Moissac, sin menospreciar a otra variedad de la zona como es la Albilla. Todo ello hace del sitio una localidad muy idónea para un viaje en familia al sur de
Francia.