Comenzaremos a bajar por la calle Peyrolerie donde había una puerta defensiva de la cual aun podemos ver algunos vestigios. Siguiendo por la calle, encontraremos las antiguas casas burguesas de la Edad Media, con arcadas y entramadas que hoy en día han sido reconvertidas en comercios o restaurantes. Este fue uno de los puntos que nos llamó la atención del pueblo, y es que a pesar de haberse reconvertido en comercios, la normativa de protección del pueblo, impide sacar a la calle «tenderetes» o expositores de las cosas que allí se comercian, evitando que se pierda la esencia medieval de las calles.

(5 de Julio de 2006)