vista del sarcófago romano en la Basílica Menor de San Trófimo, Arles

El claustro fue construido en la segunda mitad del siglo XII y la primera mitad del siglo XIII para el uso de los canónigos, los sacerdotes que atendían al obispo y manejaban la propiedad de la iglesia. El canónigo es el eclesiástico provisto de una canonjía. Algunas iglesias no son regidas por un sacerdote individual, sino por un colegio o cabildo: son las catedrales y las colegiatas. Entre las funciones de los cabildos está la recitación del oficio público de la Iglesia. Actualmente, el nombramiento de canónigos corresponde a la Santa Sede, que suele delegar esa función en cabildos y obispos. En España la provisión de canonjías está regulada por el Concordato vigente. El hábito de los canónigos se compone generalmente de roquete o sobrepelliz y muceta, cuyo color varía según la diócesis.
(7 de Abril de 2009)