Patio del claustro de la Basílica Menor de San Trófimo, Arles

Lo hacía en un hotel que todavía existe bajo el nombre de Grand Hotel Nord-Pinus. Situado en la Plaza del Forum, era también el emplazamiento del antiguo Foro Romano y allí nos topamos con el café más famoso de toda la población porque fue inmortalizado por el genial Van Gogh. Es ‘Le Café le Soir’ cuya fachada conserva el color amarillo que recordamos del cuadro. El genio holandés llegó a Arlès casi de casualidad. Dicen que su objetivo era Marsella, la capital de su admirado Monticelli, pero una nevada impidió al tren seguir. Descendió aquí y se enamoró del lugar, de su gente y sobre todo de su luz, fuerte y luminosa como un fogonazo en la cara. Van Gogh se instala en el número 2 de la place Lamartine que se convertirá en la famosa ‘casa amarilla’ en la que pretendía crear una asociación de amigos artistas similar a la que había en Holanda.
(7 de Abril de 2009)