Detalle del claustro de la Basílica Menor de San Trófimo, Arles
En las representaciones escultóricas las figuras humanas, animales, vegetales y objetos presentan una realidad ingenua y sistemáticamente deformada para expresar un trasfondo ideológico, ajeno a la belleza natural, cuyos matices configuran un tipo de estética cuyas imperfecciones formales paradójicamente se convierten en su mayor atractivo, en algunos casos con resultados sorprendentes y fascinantes, no exentos de expresionismo.