En el casco antiguo, especialmente en la Praça da República, hay arquitectura manuelina y renacentista del siglo XVI para conquistar tu corazón. Detrás de la ciudad se alza el Monte de Santa Luiza, al que se puede llegar con el funicular más largo de
Portugal. Los bañistas tienen todo lo que pueden desear en Praia de Cabedelo, una
bahía gigantesca e intacta con arenas doradas, trazada por dunas y bañada por olas. En sus orígenes
Viana do Castelo era un pequeño pueblo, su puerto tenía una gran actividad comercial y tenía además una estratégica situación, en la desembocadura del rio
Lima.