Típicas casas, Bergerac

Más lejos, en la plaza Pélissière, se puede encontrar con la estatua de Cyrano (¡Ah, bueno! ¡Por fin está aquí!); después, las ráfagas de fotos se dirigen a las casas de los bateleros, en la plaza de la Mirpe; uno se queda boquiabierto ante la máquina de esculpir en serie las cazoletas de las pipas, en la parte superior del Museo del Tabaco. Y, por supuesto, a la hora del aperitivo, ¡no olvide pasear por los muelles! Por cierto, ¿y los vinos de Bergerac? ¡Ah, sí! Para saberlo todo al respecto, es obligatorio pasar por la Maison des Vins de Bergerac (casa de los vinos de Bergerac). El lugar en sí mismo merece el rodeo: una residencia del siglo XVII construida alrededor de un claustro de madera y ladrillo (el claustro des Récollets). Todo, lo sabrá todo acerca de las trece denominaciones que componen este viñedo: película, sala sensorial para divertirse adivinando el aroma de los vinos y, por supuesto, vinoteca. Allí completará sus conocimientos mediante una cata.
(4 de Julio de 2006)