Esculturas talladas en la pared de la cueva en la Abadía, Brantôme

La abadía de Brantôme se remonta, según la leyenda, a Carlomagno. No sé si la Historia guarda rey que existiese de verdad que haya llenado el imaginario popular de tanta leyenda como fue Carlomagno. Es pensar en Carlomagno y la fantasía se desata, y eso pasa también en Brantôme. Dicen que fue en el año 769 cuando Carlomagno fundó esta abadía quien dispuso allí las reliquias de uno de los Santos Inocentes masacrados por Herodes según explica San Mateo en su Evangelio, y hasta un fragmento de la reliquia del niño se conserva en el santuario.
(4 de Julio de 2006)