Calles estrechas, Sarlat-la-Canéda

¿Qué ver en Sarlat? Da igual por qué parte comience el paseo turístico por Sarlat-la-Canéda: todas las calles, todas las plazas, todos los palacios nos hablarán de siglos de historia. Fue durante esa época cuando alcanzó el rango de obispado. Este título y la actividad comercial –con muchas ferias que todavía perviven hoy en día– convirtieron al pequeño pueblo en lo que hoy descubrimos: un museo de palacios de estilo renacentista y gótico con los que los comerciantes querían demostrar su poder, a pesar de no ser nobleza. ¿Qué tendrán los pueblos medievales que nos gustan tanto? Será que nos sentimos protegidos por la piedra con la que se construyeron sus edificios y se cubrieron sus calles. Será que el romanticismo de la historia nos atrapa en sus callejuelas. Será que el poso de los cuentos de caballeros andantes y castillos que llenó nuestras fantasías de niños nos hace esperar ver aparecer un dragón detrás de sus altas torres. Será que cualquier tiempo pasado fue mejor…
(2 de Julio de 2006)