Inès de Hogar, una joven de una de las familias conspirantes, intentó seducir al comandante francés De Parlan de Saignes para que se uniera a la causa. Los rebeldes asaltaron la villa y la guarnición francesa fue masacrada. La corona francesa reaccionó rápidamente delante de estos hechos, recuperando la villa casi inmediatamente. Las familias huyeron a Cataluña, pero la gran mayoría fueron atrapadas, torturadas, ejecutadas y finalmente expuestos sus cuerpos descuartizados en las murallas dentro de jaulas de hierro.
(5 de Abril de 2009)