Parte central del tímpano de la Abadía de Sainte-Foy, Conques

Pero dentro del altar apenas queda nada, ya que todo se ha guardado a mejor recaudo, y más desde la Revolución francesa en que los habitantes del pueblo salvaron como pudieron (arriesgándose a esconder los tesoros en sus casas, huertos y cuadras) una de las mayores colecciones de orfebrería y reliquias de la época. Hoy día para ver las reliquias de Sainte Foy, así como de otros santos y objetos de oro de un valor incalculable, hay que salir de la iglesia abacial y entrar desde los restos de un claustro semidestruido al museo que protege Le Trésor de Conques (6´20 euros), el mismo que los habitantes del pueblo ocultaron en sus viviendas y jardines tras la Revolución francesa en que los soldados mandaban a fundir el oro de cualquier objeto eclesiástico que se encontraran.
(6 de Julio de 2006)