Techo y paredes pintados en la Abadía de Saint Pierre, Moissac

Durante cierto tiempo el tamaño de las portadas se vio condicionado por el tamaño de los tímpanos que se apoyaban solo en los lados extremos, como ocurrió en el arte románico. Con la introducción del soporte central (en ese caso el Maciel) se solucionó ese “problema” técnico. En Moissac había una composición densa, con muchas figuras que llenaban al espacio. Eran figuras de volumen pronunciado, no plano, y muy salientes. Tanto el Maciel / Parteluz como los pilares laterales y el tímpano: todo estaba decorado con figuras, pequeñas esculturas salientes que representaban personajes de la Biblia. Lo destacable es el hecho de que las figuras estaban muy “movidas”, dinámicas, y nada estáticas; mientras que el Cristo daba una imagen de tranquilidad.
(8 de Julio de 2006)