Escultura, Avignon

Como dijimos, Avignon tiene un centro histórico impresionante protegido por la UNESCO. En esencia, este conjunto lo forman cinco lugares: el Palacio Papal, la catedral de Notre-Dame-des-Doms, el Puente de Avignon, el Petit Palais y las murallas. Éstas serían, pues, las visitas imprescindibles que hay que hacer en la ciudad, aunque merece la pena dedicar un tiempo a perderse por sus calles adoquinadas, disfrutar de sus animadas plazas o pasear en busca de las mejores panorámicas. Inicialmente, Avignon era propiedad de Carlos de Anjou, rey de Nápoles, pero se convirtió en propiedad papal en 1348, cuando fue adquirida por la reina Juana I de Nápoles y Sicilia. Así permaneció hasta 1791 cuando fue incorporada al territorio francés, durante la revolución francesa. El 14 de septiembre de 1791 una asamblea nacional francesa aprobó una constitución que incorporó la pérdida de los privilegios del clero y de la nobleza; así mismo, limitando el poder del rey.
(8 de Abril de 2009)