El lugar de culto se dividió entonces en tres partes: "a saber, una nave, una capilla más bien alargada cerrada en el frente por una puerta de hierro, y en ambos lados y en el fondo por una pared de piedra vestida; Un coro en el centro, reservado para clérigos. Tiene acceso a él por un largo pasillo formado por una pared lateral de dicha capilla "