El Capocollo de Martina Franca se ha convertido en parte de los Baluartes SLOW FOOD que prevé una estricta disciplina de producción. Una importante labor para el presente y el futuro de la producción de Capocollo la realiza el Consorcio de productores, que bajo la dirección apasionada e incansable de Ángel Costantini lleva a cabo una acción incisiva y meritoria en proteger la singularidad de un embutido, ya conocido y apreciado en el siglo XVIII y en mantener viva la antigua tradición carnicera de la zona.