Puerta izquierda de la Abadía de Saint Gilles, Arles

La afluencia de peregrinos, el vínculo con Cluny y las donaciones de los señores permitieron que se empezara a levantar una nueva iglesia. El papa Urbano II consagró un altar el 1096, cuando la iglesia aún estaba en plena construcción. El término peregrino se refiere en su significado más clásico al viajero que, por devoción o por voto, visita un santuario o algún lugar considerado sagrado. En su acepción más general es todo aquel que anda por tierras extrañas. En sentido estricto, para el español de religión católica, peregrino es quien se dirige a la catedral de Santiago de Compostela a visitar la tumba del apóstol. Así, por el destino de su peregrinación, se lo diferencia de los caminantes que se dirigen a otros sitios de honda significación espiritual en el catolicismo: el romero, que lo hace a Roma siguiendo alguna de las vías romeas, donde mora el papa, considerado sucesor de san Pedro, y el palmero, que se encamina a Jerusalén y en general a los Santos Lugares. Urbano II fue el papa n.º 159 de la Iglesia católica, entre los años 1088 a 1099, en oposición al antipapa Clemente III (1080-1100). Sucedió al reformista Gregorio VII en plena querella de las Investiduras entre Papado e Imperio, conflicto que se superponía con la regeneración de la Iglesia, a causa de la práctica por entonces generalizada de la simonía, el nicolaísmo y el nepotismo.
(7 de Abril de 2009)