Mientras que en otras partes de Francia, el área sembrada con viñas estaba disminuyendo, aumentó en los departamentos de Aude, Gard, Hérault y los Pirineos Orientales. En conjunto, estos suministraron alrededor del 40% de la producción de vino francés. Haut Languedoc, y más particularmente los Biterrois y Béziers, se proclamaron "La Capital Mundial del Vino" y crecieron rápidamente. Se hicieron grandes fortunas. Los grandes terratenientes, provenientes de la industria, las finanzas o las profesiones liberales, obtuvieron la posesión de inmensos viñedos. ambién hubo una creciente competencia extranjera, con vinos de contrabando que aparecen en el mercado. Los estafadores quedaron impunes. En 1892, los viticultores de Midi exigieron "La restauración y el cumplimiento de los derechos de aduana". Pero el mercado se mantuvo en parte por los vinos elaborados con uvas secas importadas (como las uvas de Corinto), y los vinos llamados "húmedos" (adulterados con agua). Cabe señalar que, aunque los viticultores atribuyeron gran importancia a esta competencia desleal, en realidad no representó más del 5% del mercado.

(10 de Abril de 2009)