Detalle portón, Pézenas

La leyenda del potro aparece tarde, en 1701, durante la visita de los duques de Berry y Borgoña. Ella dice que: En 1226, el rey Luis VIII, dijo el león, venía a esclavizar el Languedoc, se quedaba en Pezenas. En las fiestas que se dan en su honor, su yegua favorita cae enferma. Con pesar, lo confía a los cónsules de la ciudad para que se ocupen de ello. A su regreso de la guerra de los albigenses, el rey, muy sorprendido, ve con su yegua "Lo Polin" que ella había sofocado y que la ciudad le presenta, adornada con listones y follaje. Para preservar y perpetuar este evento, bajo el mando del rey, la ciudad construyó un potro de madera cuyo destino sería participar en todos los festivales públicos. Más tarde que el de Colt, también está vinculado a la lealtad. Así, en 1622, durante la visita del rey Luis XIII, dijo a la derecha, uno de los señores de su séquito, el mariscal Bassompierre (o quizás el señor de Savignac) quiere cruzar el Peyne. Ve a una chica campesina, con una falda ajustada, que también se está preparando para ir al otro lado. Valientemente, le ofrece la ayuda de su montura; ella se sube a una cresta y ambas cruzan el río para entrar a Pezenas, bajo los ojos de la gente divertida. Esta leyenda ha sido retocada y completada por Chamoine Delouvrier y luego por el erudito Albert-Paul Alliès. Desde entonces, Estieinou y Estieineta, quienes habrían sido llevados a su boda por el Colt, están encaramados en su grupa.
(9 de Abril de 2009)