Capitel con greca de animales y figuras pescando en el claustro de la Abadía de Saint Pierre, Moissac

La asistente social Henriette Ducom participa también en la fabricación de documentos falsos, además de buscar escondites para los niños en la ciudad y en las inmediaciones cuando es necesario. El librero de Moissac Jean Gainard abastece de tarjetas para crear los carnets. El obispo de Montauban, Pierre-Marie Théas, escribe una carta a sus parroquianos animándolos a mostrar hospitalidad, caridad y humanidad para con los judíos; su papel fue muy importante. El miembro de la Resistencia local y pintor Albini Jean Ginisty, esconde en su casa material para crear documentos falsos, como certificados de nacimiento, de boda,… Entre la población de Moissac había colaboradores, pero nunca nadie los denunció. Superaron el miedo, oponiéndose a la barbarie. Sabían lo que sucedería si alguien delataba a los niños que estaban escondidos. Gracias a que el pueblo se mantuvo en silencio, y los ayudaron y apoyaron, los niños pudieron escapar al horror nazi. En julio-agosto de 1942 aumentan las medidas antijudías, las redadas se multiplican. Los nazis ocupan la zona libre en noviembre, ejerciendo el control directo y dejando al gobierno de Vichy como un fantoche. Aunque se cambia al alcalde, el doctor Molle, éste resulta ser un humanista que contribuye a la fabricación de las falsas identidades.
(8 de Julio de 2006)